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En esta revista electrónica que se publica anualmente se plasman trabajos y contribuciones a la enseñanza de las lenguas que reflejan el nivel académico de su cuerpo de profesores. ISSN 1853-614X

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El uso de las herramientas tecnológicas en clase. Análisis del empleo de las TAC en las clases de la Sección de Cursos Especiales de la Escuela de Lenguas


Benítez Gnecco, Mariana

marianabgn@hotmail.com

 

Enríquez, Silvia C.

s.enriquez@fahce.unlp.edu.ar

 

Palabras clave: TAC, metodología, autonomía, Sección de Cursos Especiales

 

El presente trabajo analiza el empleo de herramientas tecnológicas como complemento de las clases presenciales en la Sección de Cursos especiales del Área de inglés de la Escuela de Lenguas de la UNLP. La selección de estas herramientas fue hecha de acuerdo con la noción de TAC (tecnologías del aprendizaje y el conocimiento), que supera el concepto de TIC al ver a éstas en relación con los fundamentos metodológicos que explican su empleo eficaz en educación. La decisión de incorporar estos recursos fue tomada en 2012, y se basó también en la necesidad de recurrir, desde un enfoque holístico de la enseñanza de una segunda lengua, a la formación de estrategias que incentiven y fortalezcan la autonomía de los alumnos. En este sentido, el empleo de las TAC favorece que se produzca una apropiación tanto de la herramienta como del vehículo por el cual se puso en contacto con la misma, es decir la lengua extranjera. Las destrezas adquiridas de este modo contribuyen a la motivación de los alumnos ya que pueden trasladarse también a otros usos en la vida cotidiana, y a futuras situaciones de estudio o trabajo. Se analizan los resultados ya obtenidos y los esperados en el futuro.

 

Es posible emplear, tanto en la preparación de materiales para la enseñanza de idiomas como en clase, una serie de herramientas informáticas de uso muy sencillo que en algunos casos no existen fuera de internet, y que permiten aumentar el número de recursos de los que disponen tanto los profesores como los alumnos para hacer que el aprendizaje de una lengua sea más efectivo, pero a la vez más ameno e interesante. Muchos de estos mismos recursos pueden emplearse como herramientas de trabajo y de autoaprendizaje, tanto en la labor profesional como en cualquier otro aspecto de la actividad diaria, sin importar qué ocupación o tipo de necesidad tenga la persona que las emplee.

Por estas razones, en la búsqueda constante de la calidad de la enseñanza, partimos de la idea de que la educación no puede dejar de lado las herramientas informáticas porque esto equivaldría a ignorar la realidad, y no preparar a los alumnos para el mundo en el que les toca vivir. Es esto sobre todo lo que hace que su aprendizaje sea necesario. En consecuencia, la Sección de Cursos Especiales de la Escuela de Lenguas de la Universidad Nacional de La Plata se propone hacer uso de las tecnologías informáticas en el trabajo en clase, pero partiendo de dos premisas: que sólo se justifica el uso de las herramientas que contribuyan a mejorar el aprendizaje, y que es preferible enseñar a emplear aquellos recursos que luego pueden reutilizarse de los modos que cada persona encuentre necesarios y convenientes.

Con este fin, a partir de 2011 se comenzó a implementar en esta Sección el empleo de herramientas tecnológicas seleccionadas para cumplir con fines específicos. A continuación se describen los pasos que ya se han dado en este sentido, las razones teóricas y metodológicas que los fundamentan y los resultados obtenidos hasta el momento.

Fundamentación teórica

Tomamos como punto de partida las ideas de Fronell y Vivancos (2009) en un escrito en cierta medida fundacional, que describe los lineamientos principales de una intervención metodológica del tipo de la que planteamos en esta Sección. En su prólogo se afirma que

“El profesorado es el factor clave para dar respuesta a las exigencias educativas que la Nuestra (sic) sociedad tiene planteadas, y las direcciones de los centros educativos deben impulsar y gobernar los cambios organizativos y metodológicos para adaptarse a los nuevos requerimientos de la sociedad del conocimiento. Hay que aprovechar todo el potencial de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), para orientarse lo básicamente a que todo el alumnado adquiera nuevos y mejores aprendizajes. Este objetivo significa no quedarse en la mera utilización de las tecnologías (TIC), sino aplicarlas en el aprendizaje y el conocimiento (TAC)”. (Badía, en Fronell y Vivancos, 2009).

El concepto de TAC (tecnologías del aprendizaje y el conocimiento), a su vez, es definido en este texto del siguiente modo:

“El eje central de la reflexión es plantearse cómo adoptar las tecnologías de la información y la comunicación en la escuela para que estén al servicio del aprendizaje y el conocimiento. La escuela del siglo XXI no puede obviar que sus alumnos son nativos digitales que utilizan corrientemente la tecnología para el ocio y la comunicación pero que deben ser guiados en la adquisición de la competencia digital en sentido amplio y en la adquisición de conocimiento. La Escuela Digital no es únicamente un centro educativo donde muchos de los contenidos se vehiculan a través de la tecnología sino que es una escuela que facilita un aprendizaje más autónomo y personalizado del alumnado y que requiere también distintos roles del profesorado. (...)

Nos estaríamos equivocando si creguéssim (sic) que por el solo hecho de incorporar tecnologías en la escuela se produce innovación y cambio metodológico. Pero sí que este proceso de implementación puede propiciar el replanteamiento compartido de muchas rutinas escolares y la reflexión colectiva de qué estrategias adoptar para favorecer el aprendizaje del alumnado.” (Fronell y Vivancos, 2009)

Estas ideas tienen una clara relación con el concepto de aprendizaje invisible (Cobo y Moravec, 2011) según el cual las tecnologías digitales resultan “imperceptible[s] en términos de innovación” (p. 38) para quienes nacieron con ellas, y por ello la educación debería generar prácticas adecuadas en torno a su uso teniendo en cuenta que “además de conocer la funcionalidad instrumental de un software o dispositivo, se requiere ser capaz de aplicar el pensamiento complejo para resolver problemas de diversas maneras. Es decir, invisibilizar las tecnologías en sí y ser capaz de generar, conectar y diseminar el conocimiento creado.” (p. 37)

Creemos que este enfoque contribuye a que los docentes adquieran una formación que les permita no sólo continuar aprendiendo sobre el uso de las TIC en educación, sino también adaptarse a los cambios más profundos que se avizoran en el futuro, tal como lo señalábamos al describir el contexto actual.

El uso de las tecnologías en la sección de cursos especiales

Desde 2011, la Sección de Cursos Especiales emplea algunas herramientas tecnológicas en el trabajo de los cursos preparatorios de exámenes internacionales. En particular, las tareas escritas de estos cursos se entregan en versión digital a través de una carpeta creada especialmente con este fin para cada curso en google drive. Esto permite formar un portafolio con los textos de cada estudiante, al cual tienen acceso el docente del curso, la coordinación y el propio alumno. De este modo, tanto los docentes como la dirección de la Escuela pueden monitorear de manera sencilla el trabajo de cada uno, a la vez que cada curso explota las posibilidades de aprendizaje que brinda el empleo de un portafolio digital. En la práctica, muchos alumnos se han sentido motivados a escribir más debido a la utilización de este recurso.

A partir de 2013, la Coordinación comenzó también a dar pasos que tienden a hacer una incorporación gradual de más herramientas tecnológicas en la Sección, teniendo en cuenta que esto significa un aprendizaje tanto para los docentes como para los alumnos. La descripción de esta iniciativa que puede leerse a continuación se basa en la comunicación escrita que se envió durante 2013 a los profesores de la Sección, con el fin de explicar con algún detalle qué tipos de tecnología los alentamos a emplear. A modo de primer paso en lo que consideramos que es un proceso, sólo se trató de una sugerencia.

Los aspectos teóricos de esta propuesta fueron elaborados por la Coordinadora de la Sección, Mag. Silvia Enríquez, mientras que la búsqueda y descripción de los materiales que se sugiere emplear estuvo a cargo de la becaria que actualmente lleva a cabo su experiencia laboral en esta Sección, Mariana Benítez Gnecco, estudiante avanzada de Profesorado de Inglés en la UNLP.

Lo que se sugirió fue, en todos los casos, incorporar herramientas digitales que puedan emplearse repetidamente en el aprendizaje y que sumen recursos a la clase. Esto es posible cuando los recursos seleccionados acompañan el tipo de tarea habitual en una clase de idiomas, facilitan el proceso o brindan algún tipo de apoyo que no se encuentra en los libros de texto o de consulta. En otras palabras, al hacer esta propuesta de uso de tecnologías no pedimos que los docentes dediquen tiempo a aprender el uso de herramientas sin las cuales podrían dar clase con la misma efectividad, sino que incorporen recursos capaces de ampliar la gama de posibles maneras de explicar o ejercitar los temas que deben enseñar, y que en consecuencia mejoren los resultados.

Por estas razones solicitamos a los docentes que comenzaran a buscar modos de incorporar la tecnología a todas sus clases, no sólo en la sala de informática de la Escuela sino también en el aula. Consideramos que es posible aprender a hacer esto gradualmente, y teniendo en cuenta que en realidad las herramientas más necesarias y eficaces son las más fáciles de usar, ya que son las que permiten:

●     que los alumnos y docentes puedan concentrarse en lograr que el aprendizaje de la lengua sea más efectivo,

●     y que dediquen sólo el tiempo estrictamente necesario a aprender el uso de herramientas digitales que contribuyan a lograr estos objetivos, preferiblemente dejando de lado las que sólo se pueden emplear en contadas ocasiones o son prescindibles.

 

Este es un criterio que se solicita a los docentes que recuerden a la hora de diseñar actividades para sus clases, de manera que se pregunten, al evaluar la importancia de cada recurso del que se planee hacer uso, con qué frecuencia se lo puede emplear, y en qué medida resulta útil.

Por estas razones, se recomienda sobre todo el aprendizaje de herramientas que contribuyan en primer lugar a que los alumnos mejoren las cuatro macro habilidades del aprendizaje de una lengua: lectura, escritura, comprensión auditiva y producción oral. Lo importante es comprender que, luego de un breve aprendizaje, gracias a estos recursos es posible lograr que el trabajo no sólo mejore en calidad sino que insuma menos tiempo y resulte más práctico, además de más atractivo para los alumnos.

Los recursos que cumplen con estos requisitos pueden usarse de distintos modos, pero los podríamos clasificar así:

Para preparar clases

Es posible encontrar en internet una infinidad de recursos, entre ellos:

●     sitios con material didáctico, aunque hay que tener en cuenta que cualquier sitio web en inglés puede ser útil para encontrar material adecuado para una clase;

●     diccionarios en línea, monolingües y bilingües;

●     material de referencia sobre temas de gramática, vocabulario, colocación y otros;

●     y, además, cualquier explorador de Internet puede ayudarnos a resolver dudas sobre cualquier aspecto de la lengua (cfr. Enríquez, 2013).

La preparación de clases es el momento para conocerlos y así poder después planificar actividades que los incorporen a las clases.

 

Durante las clases

Se deben aprovechar las oportunidades que brinda el acceso a una conexión de wi fi, además de tener en cuenta que los alumnos cuentan en muchos casos con teléfonos celulares que les permiten conectarse a internet, o bien se los puede alentar a asistir a clase con sus tablets, netbooks, ebooks u otros dispositivos móviles. Aunque no todos dispongan de estos servicios, quienes sí los tengan pueden aportar a la clase los datos que busquen por esa vía (por ejemplo, significados de palabras), o que tengan almacenados.

Es importante tener en cuenta que hay una serie de aplicativos que es posible descargar a los teléfonos celulares, entre ellos algunos diccionarios. Aun los alumnos que puedan tener más dificultades o menores conocimientos para emplear tecnologías pueden ser alentados a usar un diccionario en línea o a descargar uno en su celular, con la ayuda de los docentes si es necesario.

Dada la facilidad con la que pueden ser empleados estos recursos, a partir de 2013 se pidió a los docentes que incorporaran a sus clases el uso de estos recursos, por lo menos usando habitualmente diccionarios digitales monolingües, en lugar de o como complemento de los de papel. Esto facilita todavía más que los alumnos adquieran el hábito de usar el diccionario, aprendiendo a hacerlo en clase con la guía de sus profesores.

También se solicitó que se comenzara a implementar (en la medida en que sea posible, según el nivel de cada curso) el uso de gramáticas o de herramientas como Concordancer (http://www.lextutor.ca/concordancers/concord_e.html), que enseña a resolver dudas gramaticales, a aprender sobre registro y colocación, y en consecuencia a ser aprendices más autónomos de la lengua. Estos recursos son especialmente útiles en los cursos más avanzados, desde el nivel B2 en adelante.

Y, como un modo práctico de contribuir a una de las tareas habituales en una clase de lengua, se pidió que por lo menos algunos ejercicios de escritura consistieran en editar textos y compartirlos de modos que luego se pueda emplear con los alumnos: usando google docs o alguna otra herramienta similar que permita la escritura colaborativa y el almacenamiento de textos de manera que se cree un portafolio con el que luego se pueda continuar trabajando. O bien editando en wikis u otros recursos que permitan la publicación de los textos, lo cual es muy estimulante para los alumnos. Por ejemplo, pueden crearse proyectos de escritura en alguna de las wikis de Wikimedia Commons (http://www.wikimedia.org/):

●     del modo que se ha puesto en práctica hace unos años en Wikiversity (http://en.wikiversity.org/wiki/Wikiversity:Main_Page) para el Módulo 1 del Taller de escritura de textos académicos, curso a distancia que se dicta en la Escuela de Lenguas (cfr. http://en.wikiversity.org/wiki/Academic_writing),

●     también es posible planificar una actividad de escritura para que los alumnos escriban textos para publicar en http://en.wikivoyage.org/wiki/Main_Page, seleccionando la descripción de lugares que todavía no están incluidos, o bien editando textos ya publicados, para completarlos o corregir errores de lengua si los encuentran.

 

A la hora de plantear estas tareas, es importante tener en cuenta que, si bien el docente debe saber cómo emplear las herramientas que necesita para su trabajo en el aula, también debería haber muchas ocasiones en las que se haga uso de las habilidades de los alumnos, sin que sea imprescindible que también el docente conozca su funcionamiento. Los fundamentos de esta afirmación son sumamente sólidos, como lo explican Cobo y Moravec (2011):

“(...) buena parte de estas habilidades digitales no son destrezas necesariamente reconocidas ni estimuladas por muchos sistemas formales de instrucción. Por ejemplo: capacidad de hacer un uso eficiente del motor de búsqueda, habilidad para interactuar en redes sociales, destreza para escribir y publicar en diversos formatos multimedia, conocimiento de cómo almacenar y compartir información, transferencia de conocimiento, remix de formatos y contenidos, etc. Ello hace que, aunque sean competencias fundamentales para el mundo actual, muchas veces resultan invisibles dentro de la educación tradicional.” (p. 38)

Para poner en práctica esta idea, se puede solicitar por ejemplo que los alumnos hagan una presentación en inglés, empleando cada uno algún recurso cuyo funcionamiento ya conozca para ese fin (programa de edición de audio, imágenes,  videos, etc). Esto simplifica la tarea (porque no es necesario que todos sepan usar las mismas herramientas), a la vez que da valor a lo que saben los alumnos y variedad a la clase. Siempre se puede encontrar un modo de que esto dé buenos resultados, ¿por qué no hacer de este modo cosas tan sencillas como, por ejemplo, que los alumnos se graben mientras hablan, con sus celulares o algún otro dispositivo? Si el docente no sabe grabar de este modo, ¿acaso eso representa alguna dificultad para hacerlo en clase, o hace que la tarea sea menos efectiva en términos de aprendizaje?

En resumen, la idea que queremos transmitir puede también sintetizarse en estas palabras de Cobo y Moravec (2011): “el valor agregado estará en la forma en que lo utilice y no en el software como tal. “(p. 34)

Criterios en la selección de herramientas tecnológicas

En concordancia con lo dicho anteriormente, es necesario, desde un enfoque holístico de la enseñanza de una segunda lengua, como sugiere Nunan (citado por Steele, 2004), recurrir a la formación de estrategias que incentiven y fortalezcan la autonomía de los alumnos. Las herramientas tecnológicas son un recurso importante e interesante a la hora de incentivar a los alumnos ya que pueden llevar sus conocimientos fuera del aula y dentro de su vida cotidiana, lo cual implica una apropiación tanto de la herramienta como del vehículo por el cual se puso en contacto con la misma, la lengua extranjera.

La tecnología al servicio de los individuos facilita el aprendizaje en casi cualquier ámbito; por otra parte claramente no es lo mismo utilizar un diccionario monolingüe en papel que en un formato digital: si bien ambos son útiles y muy necesarios, la facilidad para transportar un diccionario en formato digital supera ampliamente a la incomodidad de llevar con nosotros un libro que puede llegar a pesar más de 3 kilos, y lo mismo pasa con los libros de ejercicios de gramática o vocabulario.

Es en este sentido que se llevó a cabo una búsqueda de recursos disponibles en internet para ser utilizados en los cursos especiales.

 

Búsqueda y selección de herramientas

Como se ha explicitado anteriormente, la actualización en materia de TAC es imprescindible a la hora ser profesionales comprometidos con nuestra práctica docente. Debemos tener en cuenta que como docentes somos testigos y partícipes fundamentales de una revolución tecnológica de tal magnitud que hemos pasado de una sociedad industrial a una sociedad “informacional”, según Manuel Castells (Torres, 2005), y en este contexto “la difusión de la tecnología amplifica infinitamente su poder al apropiársela y redefinirla sus usuarios.” (Torres, 2005:3).  

Esta tarea de investigación y registro de nuevos recursos tecnológicos para la enseñanza del inglés aporta nuevos conocimientos y herramientas para desarrollar la  tarea docente. La posibilidad de entrar en contacto con este tipo de materiales y, a su vez, de aprender cómo llevar a cabo esta búsqueda con un propósito educativo, fortalecen el desarrollo académico y profesional del docente ya que en este nuevo contexto, como dice Juan Carlos Tedesco,  “la educación ya no podrá estar dirigida a la transmisión de conocimientos y de informaciones sino a desarrollar la capacidad de producirlos y de utilizarlos”. La tarea de enseñar debe transformarse en enseñar el oficio de aprender (Tedesco, 2003).

Si bien puede parecer que estas herramientas son accesibles y útiles sólo para los “nativos digitales” también son importantes para los “inmigrantes digitales”  (Prensky, 2001) ya que es un avance en términos de enseñanza, de aprendizaje y de nuevas situaciones que favorecen el intercambio de experiencias y conocimientos. El docente debe convertirse en un facilitador y los recursos tecnológicas son tanto una herramienta  como el vehículo de la enseñanza, no sólo de la tecnología sino también de la lengua inglesa que se ha transformado en la lengua más utilizada en la sociedad informacional.

La búsqueda comenzó por el rastreo de aplicaciones que pudieran ser descargadas a los celulares para que el grado de accesibilidad fuera máximo. Para que esto sea efectivo en todos los cursos especiales, consideramos que la herramienta más básica para poder trabajar son los diccionarios, mencionados anteriormente.

Las editoriales clásicas como Cambridge u Oxford tienen disponibles versiones digitales y descargables de sus diccionarios, algunos de éstos son pagos pero muchos otros se pueden descargar sin costo alguno. En ocasiones hay distintas versiones de un diccionario, algunas pagas y otras gratuitas.

Las mismas editoriales, y otras como Macmillan, también ofrecen programas descargables enfocados en la gramática y el vocabulario con los cuales se puede trabajar de manera autónoma  ya que cuentan con las respuestas a las actividades. En http://www.cambridgeapps.org/ tenemos disponibles varias aplicaciones con esta orientación. Entres ellas podemos destacar dos relacionadas con las frases verbales, un tema un tanto complicado generalmente, que tanto el “Phrasalstein” (http://www.cambridgeapps.org/vocabulary/phrasalstein.html) como “The phrasal verbs  machine”  (http://www.cambridgeapps.org/vocabulary/the-phrasal-verbs-machine.html) tratan de una manera amena y lúdica.

Más allá de estas herramientas básicas que suponíamos podíamos encontrar, también hallamos programas para trabajar la escucha o la oralidad a través de ejercicios interactivos, lo cual permite a los alumnos trabajar de manera más independiente y en otros ámbitos con la lengua extranjera.

Incluso podemos encontrar, también en la página de Cambridge antes mencionada, el juego “English monstruo” (http://www.cambridgeapps.org/general/monstruo.html), que se basa en los errores más comunes cometidos por estudiantes de inglés hispanoparlantes y que trabaja sobre ellos.

El British Council también tiene una oferta variada de recursos descargables y gratuitos para trabajar distintas habilidades con distintos ejercicios a los cuales se puede acceder a través de Google Store o Google Play en los celulares o los ordenadores ( https://play.google.com/store/apps?hl=en ).

La utilidad de estas herramientas debe ser evaluada por los docentes; seguramente no todas podrán utilizarse en todos los contextos ni en cualquier momento ya que se diferencian en cuanto a los niveles de conocimiento de la lengua que se requiere y también el tipo de ejercicio al que se recurre. Sin embargo, desde un punto de vista didáctico, estas aplicaciones contribuyen al desarrollo de la autonomía de los alumnos y permiten que su exposición a la lengua se extienda más allá de las paredes del aula. “Las nuevas tecnologías permiten adaptar el ritmo de aprendizaje a las necesidades de los diferentes alumnos. No depende de espacios ni tiempos marcados, permite al alumno trabajar a su ritmo y a su manera personal, hace que el aprendizaje sea más efectivo, avanzando en función a su asimilación y progreso.”  (Venzal Pinilla, 2012:5) Este es un aspecto muy importante a tener en cuenta a la hora de pensar en incluir la tecnología en la planificación de nuestras clases.

Cabe destacar que a lo largo de nuestra búsqueda encontramos algunos recursos pagos pero también muchas aplicaciones gratuitas. Incluso en un mismo sitio podemos encontrar ambas opciones, como en la página de Cambridge, y en otros casos un mismo aplicativo cuenta con una versión gratuita y una paga como en el caso del diccionario de pronunciación de Macmillan (http://www.macmillaneducationapps.com/soundspron). Debido a que, en este caso, la utilización de estas herramientas tecnológicas se destina al proceso de enseñanza y aprendizaje, el lucro no debería entrar en la ecuación. Debemos tener en cuenta que existe hoy un debate con respecto a la utilización del software libre, que permite y alienta la utilización libre de distintos programas. Por lo tanto, podemos trabajar con aquellas herramientas de libre acceso con el fin de expresar nuestro apoyo al libre acceso a estas aplicaciones.

 

Reflexiones finales. A modo de conclusión

Lozano (2011) dice sobre las TAC: “Se trata en definitiva de conocer y de explorar los posibles usos didácticos que las TIC tienen para el aprendizaje y la docencia. Es decir, las TAC van más allá de aprender meramente a usar las TIC y apuestan por explorar estas herramientas tecnológicas al servicio del aprendizaje y de la adquisición de conocimiento.”

Esta iniciativa tiene como fin, precisamente, que cada docente explore este terreno, que a muchos puede resultarles novedoso y que abre nuevos horizontes a la metodología de la enseñanza. Ha tenido muy buena aceptación de parte de los docentes, y a la vez hemos experimentado pocas dificultades de comprensión del empleo de las herramientas y la metodología de trabajo, que fueron rápidamente solucionadas mediante instructivos escritos que quedaron a disposición de los involucrados en el proyecto.

Los primeros resultados son también positivos, en términos de la practicidad del trabajo y la motivación de los alumnos, que en bastantes casos mejoraron su producción escrita al tener la posibilidad de escribir y comunicarse con sus profesores de modo virtual.

Nuestros próximos pasos incluyen la implementación de proyectos organizados desde la coordinación, para generalizar el empleo de estos recursos de un modo institucional, que permita su evaluación y la medición de sus resultados. A la vez, como nos adentramos en un campo en permanente cambio, planeamos monitorear las actividades relacionadas con esta iniciativa y consultar a los profesores sobre los resultados obtenidos.

 

Bibliografía

Cobo Romaní, Cristóbal; Moravec, John W. (2011). Aprendizaje Invisible. Hacia una nueva ecología de la educación. Col-lecció Transmedia XXI. Laboratori de Mitjans Interactius / Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona. Barcelona.

Enríquez, S. (2013) “Simpler and Better Teaching with the Internet”. En http://www.slideshare.net/silviacenriquez/simpler-and-better-teaching-with-the-internet.

Fronell, R. y Vivancos, J (2009). “El plan TAC del centro”. Generalitat de Catalunya, Departamento de educación. Consultado diciembre 4, 2013 en http://es.scribd.com/doc/15107323/planTAC1

Prensky, M. (2001) “Nativos digitales, inmigrantes digitales” MCB University Press. Consultado marzo  21, 2014 en http://issuu.com/aprenderapensar/docs/nativos_digitales_1

Steele, V. (2004) “Which syllabus: the traditional and the holistic syllabus”. Consultado marzo 26, 2014 en  https://www.teachingenglish.org.uk/article/which-syllabus-traditional-holistic-syllabus

Tedesco, J. (2003). "Los pilares de la educación del futuro". En:Debates de educación (2003: Barcelona) [ponencia en línea]. Fundación Jaume Bofill; UOC. Consultado  marzo 26, 2014 en http://www.uoc.edu/dt/20367/index.html 

Torres,R. (2005) “Sociedad de la Información/ Sociedad del conocimiento” Consultado marzo 21,  2014 en http://www.ub.edu/prometheus21/articulos/obsciberprome/socinfsoccon.pdf

Venzal Pinilla, R. (2012). “Las TICs en la enseñanza del Inglés” Consultado marzo 16, 2014 en http://repositorio.ual.es/jspui/bitstream/10835/2092/1/Las%20TICs%20en%20la%20ense%C3%B1anza%20del%20inglesRoberto%20Venzal%20Pinilla.pdf  

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